Ella deja la puerta abierta para ti, mientras sirena estepárica camina triste a tu lado, mientras no la amas.
Piensas en ella y estás acá, queriendo deshacer el tiempo que te llevó a conocerla. La lejanía del viaje te lleva a tardes húmedas que se evaporan con la nostalgia y el humo del cigarrillo que vuela en cámara lenta.
Quieres viajar con los gitanos, yo quiero volver a amar. No te amo y tu no me amas.
Nuestros corazones huérfanos se juntan para sentirse menos solos, pero la miseria de nuestras vidas no se llena con sexo ni películas, el amor no puede ser esto. La embriaguez de la bebida, el bienestar de una brazo que pide ser de otros. Después de todo no tenemos nada. Hay nada y nos abraza más fuerte que cuando querías extinguir tu deseo, confundido amor maldito. No me molestaré en decirlo, las cosas a veces son demasiado evidentes.
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