Para qué vienes con cosas si nunca estás en la casa, te las pasas ocupandote el tiempo para tratar de desaparecer, para tratar de alivianar esa cosa de la vida, las responsabilidades saben mejor cuando son irresponsables, cuando te embarcas en un buen viaje, cuando besas con pasión y haces el amor bajo la luna, pero tú ya sabes, tu, que nunca estás en casa y te pasas de casa en casa, donde tu amiga esa, tu mejor amiga y algún pololo, algún amigo, con algún libro, en algún cine, fumando marihuana por ahí, en algún parque que te llene de luz la barriga que se llena se aire, se llena de alegría cuando miro(as) esos ojos que te(me) miran así, con esa cara de amor que yo sueño, con esa cara de gozo que me llena, de gozo y de amor, porque somos felices y miramos hacia arriba, nunca más hacia abajo, nunca más hacia atrás, porque el pasado pisado mirado no vale, hay que darle la frente al presente, y volver a reír bajo el magnolio del llanto que ya no es más porque lo cortaron pero que siempre va a estar ahí, porque tu sabes, tu lo conoces, tu caminas conmigo, ahora que andas tan lejos pero es mejor, porque así la vida nos llena de nuevas cosas...y tú que sabes, que nunca llegas a tu casa, y que solo te ocupas de ocupar el tiempo, de quemarlo, de visitarlo y llevarle recuerdos, tu sabes que la memoria está tan frágil en estos días, que la memoria se puede comprar, pero qué va, a estas alturas ya no tiene arreglo y no importa, la verdad es que no importa en lo más mínimo porque cuando quemas, una parte de ti también se va con el humo, se va flotando lento, se queda suspendida un rato frente a ti, burlona, esperando a que digas eso que va hallá? me pertenece(ió), algo vago que queda, un sopor, un leve perfume que se vuela, que se esfuma a cada instante con las risas, con los besos bajo el rocío del dos de enero, con la lluvia de fuegos y chocolates y en la cama, esa que no es tuya y no es de nadie, porque nunca estás en tu casa, siempre te quieres escapar, y andas buscando algo en la nada, en la música del verano; y para qué recojer las hojas que calleron en otoño, evidentemente...y te vas cantando que todo está bien y que si ella hubiera pasado por lo mismo que tu sabría agradecerle a la vida un poco más, se tomaría el tiempo de tomarle una fotografía a las nubes, de besar a cada momento, de entregar todo el amor que tiene ahí, en cada abrazo, cada carta con mala ortografía y pésima redacción... y cuando ella esté por irse la verás magnífica, te preguntarás qué has hecho,y por qué se va, por qué la alejo...y siempre pasa lo mismo, a pesar de que seas maravillosa...debes dejarte sola, amar sin esperar nunca nada a cambio, vivir porque sí, sin tomarte las cosas tan enserio porque las cosas se vuelven pálidas, pierden su color, se van, se esfuman, se fuman, como un aliento. Como el olor de tu boca después de un café, o después de besarme...
se va...
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