Es tan agradable volver a sentir este bienestar, caminar tan anónimamente es una de las mejores cosas que existen, sentir otra vez el viento, pareciera ser que el sentimiento tras de él nunca se cansa, no lo hace porque me toma y me hace tan bien. Libertad de qué, siempre me pregunto, pero es algo mágico, irreal y sorprendente, tan fantástico como yo, siendo obvio que fantasioso es un mejor adjetivo. Tantas sorpresas. Y pensar que a veces me fastidio y quiero olvidar, tratar de volver a nacer pero con una muerte horrible que me recuerde que la muerte no es fácil, tantas muertes y tantas caídas, tantos silencios y tanto orgullo. La vida no puede ser esto, callar no debe ser y no es el mejor camino, decir tratando de que por lo menos algo quede claro. Decir qué. Cómo explicar. Si la sensación es como un dónde- cuándo- cómo- por qué- No. No debería ser necesario decirlo, cierto? Y ahora acá, en mi pecho, es lo de siempre, esas lágrimas en mis ojos no son producto del dolor, ni de la rabia. Pensar en ti me hace tanto bien, es como pensar en mi o mirar al espejo para ver que lo que veo es tan irreal y me encanta. Que cambia a cada segundo y que mira, mira que me hace bien.
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